
Una investigación conjunta del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián y el Imperial Collegue de Londres ha abierto la puerta a la implementación de nuevas terapias para recuperar la movilidad en personas víctimas de un infarto cerebral. Actualmente, las personas que tras sufrir este tipo de accidente cardiovascular pierden parte de la movilidad de su cuerpo son sometidos a tratamientos fisioterapéuticos. Por otro lado, las terapias que se basan en el entrenamiento de la atención se aplican a pacientes con trastornos cognitivos. Por ejemplo, las dificultades relacionadas con la memoria o el aprendizaje.
Sin embargo, el estudio -del BCBL y el Imperial Collegue -publicado en la revista de divulgación científica PNAS- viene a demostrar cómo los tratamientos fisioterapéuticos que reciben las víctimas de infartos cerebrales o ictus pueden ser complementados con otras terapias de carácter atencional. Por ejemplo, el trabajo con videojuegos.
A esta conclusión han llegado los investigadores después de más de tres años de trabajo en el que se ha analizado la arquitectura de las lesiones en el cerebro de este tipo de pacientes mediante un ‘mapeo’ de las lesiones cerebrales llevado a cabo con resonancia magnética a 167 enfermos. El estudio ha arrojado luz sobre los patrones de lesiones en el cerebro y los problemas motrices que soportan las víctimas de un infarto cerebral. Una de las conclusiones el estudio es que aquellos pacientes que sufren lesiones en zonas cerebrales de control de la atención también presentan problemas a la hora de controlar su motricidad, incluso cuando el movimiento exigido por la tarea es muy simple.
La investigación establece una interrelación entre dos sistemas cerebrales muy importantes para la conducta, al tiempo que abre nuevas vías de tratamiento. El siguiente paso a la hora de corroborar los resultados del estudio será realizar un ensayo clínico con pacientes que sufren trastornos motores a causa del ictus, y repartirlos en dos grupos. Uno de ellos será sometido a un tratamiento fisioterapéutico, y el otro a un entrenamiento cognitivo complementario.