La tendinitis de Aquiles es una de las lesiones más frecuentes que sufren las personas, ya que afecta al tendón que lleva su nombre mediante una sobrecarga producida por una actividad brusca en esta zona del cuerpo. No obstante, hay terapias específicas que nos pueden ayudar a dejar atrás estos dolores, y una de ellas es la fisioterapia.

Síntomas de la tendinitis de Aquiles

Esta sobrecarga afecta especialmente a las personas que hacen deporte, aunque también puede ocurrirle a personas que tengan una edad avanzada y hayan perdido masa muscular. Por lo general, los síntomas son fuertes dolores en la zona del tendón de Aquiles, lo que suele estar acompañado por dificultades para andar y, sobre todo, para hacer ejercicio.

¿Por qué se producen estas lesiones?

Dichas dolencias están relacionadas, por lo general, con la actividad física y se dan en momentos concretos en los que el musculo está muy cargado. Por ejemplo, las personas que entrenan cada día a un ritmo alto pueden sufrir estas lesiones, al igual que los corredores que aumentan la intensidad de forma brusca.

Esta dolencia afecta de igual modo a aquellas personas que no están tan acostumbradas a hacer deporte y, cuando lo hacen, se ejercitan por encima de sus posibilidades. Es decir, llevan al músculo a una intensidad demasiado alta y esto repercute en la posterior lesión.

Cómo tratar estas lesiones mediante la fisioterapia

Afortunadamente, estas dolencias pueden ser tratadas por un especialista en fisioterapia sin tener que recurrir a la cirugía. Para ello, basta con llevar a cabo técnicas de fisioterapia para conseguir relajar la tensión que hay en los músculos y así descargar la zona afectada.

En resumen, la fisioterapia es una técnica muy recomendada para tratar las lesiones en el tendón de Aquiles, aunque las personas deben ser conscientes de sus esfuerzos para no lesionarse más adelante.