La ortosomnia de la que cada vez más gente habla es una disfunción del sueño que se genera por la obsesión de querer dormir bien. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, algunas personas han creado una obsesión por conseguir un sueño perfecto, que es precisamente el origen de que duerman mal.

El origen de la palabra Ortosomnia

La Ortosomnia es un termino formado por “orto” el termino griego “orthos” y “somnia” del latín. Su significado literal es sueño correcto. Quien padece ortosomnia se obsesionan por la búsqueda del sueño perfecto.  Esta búsqueda de no lograrla nos lleva a convertirnos en personas irritables.

Las pulseras de actividad principales responsables de la ortosomnia

Desde hace un tiempo, existen innumerables aparatos y aplicaciones móviles que monitorizan todas nuestras constantes vitales. Desde pulsaciones a horas de sueño, diariamente tenemos acceso a una montaña de información sobre nuestra salud.

Las aplicaciones y pulseras de actividad nos proporcionan a diario información sobre la calidad de nuestro sueño: horas de sueño, horas de sueño profundo, horas de sueño superficial, …

La búsqueda de ese sueño perfecto puede generar episodios de ansiedad para todos aquellos usuarios que se toman muy en serio estos datos. Una preocupación excesiva por el descanso nocturno, puede provocar ansiedad al no lograr los objetivos marcados o deseados del sueño.

Estos episodios de estrés, irritación e incluso ansiedad interfieren en el sueño nocturno formando un círculo vicioso que acaba perjudicando nuestro sueño y por tanto nuestra salud.

La clave: crear una rutina del sueño

La clave para conseguir evitar en la ortosomnia es seguir una rutina del sueño. No obsesionarnos con datos facilitados por pulseras o relojes de actividad. Como cualquier rutina deberemos ser flexibles. Establece un horario para levantarte y acostarte te ayudará a establecer la rutina.

Algunos consejos para conseguir ese sueño perfecto es evitar las comidas copiosas antes de acostarnos. Así como no ingerir alcohol, cafeína o cualquier otro estimulante. Del mismo modo, procura hacer ejercicio alejado de la hora de irte a acostar o no duermas siesta pasadas las tres de la tarde.