Manuel Fernández, neurólogo de la Unidad de Valoración de la memoria de OROITU (Getxo) y del Hospital Universitario Cruces, coordinador del área de Sistema Nervioso de Biocruces Bizkaia y profesor agregado del Departamento de Neurociencias de la UPV/EHU: participa en el IX CONGRESO DE ALZHEIMER de CEAFA. Celebrado en Vitoria-Gasteiz del 10 de noviembre de 2021 al 13 de noviembre de 2021.

 

Presentación en el IX CONGRESO DE ALZEIMER DE CEAFA. Celebrado en Vitoria-Gasteiz.

Resumen de la Ponencia:

En España, la demencia supone la primera causa de discapacidad, y la enfermedad con mayor grado de dependencia, lo que se traduce en un gran impacto económico.

Por poner ejemplos, en nuestro país atender a una persona con enfermedad de Alzheimer le cuesta a una familia aproximadamente 31.000 euros anuales. En España se estima que hay 1.128.000 afectados. El coste de las familias por número de afectados supone 36.000.000.000 euros anuales invertidos para atender esta enfermedad.

Cualquier intervención que demuestre una mejoría de la calidad de vida de los pacientes y un retraso en el avance del deterioro cognitivo-Alzheimer prodrómico o enfermedad de Alzheimer, ahorra costes económicos. La diferencia en el coste que supone un paciente en una fase previa de la enfermedad (coste demencia leve) causada por Alzheimer en deterioro cognitivo leve, es evidente.

La mayor parte del coste de la enfermedad desde fases iniciales del deterioro cognitivo y, sobre todo, en fases más avanzadas de la enfermedad recae en las familias.

Los inhibidores de la acetilcolinesterasa, memantina y Souvenaid ha demostrado ser un coste efectivo en todas las situaciones analizadas: costes formales, informales, calidad de vida del cuidador, incluso si se incluyen los costes que suponen el diagnóstico de la enfermedad. La intervención con Souvenaid es eficiente teniendo en cuenta que los costes sociales de la EA son muy elevados.

Un enfoque multimodal, abordar la EA mediante una combinación de intervenciones moderadamente efectivas, pero altamente seguras y tolerables, parece ser la opción más realista para la Prevención secundaria de la demencia en ausencia de una terapia modificadora de la enfermedad.