En Nutrición y Dietética Oroitu, entendemos la importancia de una buena salud digestiva. Las patologías gástricas en general, afecta a la calidad de vida de quienes las padecen. En la actualidad nos encontramos con numerosos casos de gastritis crónica, el reflujo gastroesofágico provocado por la hernia de hiato y casos de Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado.
Nuestro enfoque integral en nutrición y dieta busca no solo aliviar los síntomas de estas condiciones, sino también promover un bienestar general a través de hábitos alimenticios saludables.
SIBO (Sobrecrecimiento Bacterianos en el Intestino Delgado)
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado más conocido por SIBO, es una condición cada vez más habitual en nuestro entorno, y supone gran cantidad de bacterias en la parte del intestino donde normalmente no deberían estar en exceso. Desde el punto de vista de la nutrición, esto implica seguir una dieta específica y personalizada que limite la comida disponible para estas bacterias no deseadas.
Cuando los carbohidratos fermentables no se absorben bien en el intestino delgado, las bacterias pueden fermentarlos fácilmente, lo que provoca síntomas como hinchazón, gases y diarrea. Además, es crucial evitar alimentos ricos en azúcares y almidones, que también pueden alimentar a las bacterias. El apoyo con probióticos específicos puede ayudar a equilibrar de nuevo las bacterias intestinales. Contar con la ayuda de un profesional en nutrición para crear una dieta adecuada y personalizada, junto con un plan de antibióticos, no solo es crucial para frenar el crecimiento de estas bacterias, sino también para recuperar la flora intestinal.
Gastritis crónica
La gastritis crónica es una inflamación persistente del revestimiento del estómago que puede causar dolor abdominal, náuseas y sensación de estar lleno rápidamente. Desde el punto de vista de la alimentación, el manejo de la gastritis crónica se enfoca en evitar irritar el revestimiento del estómago. En su lugar, es beneficioso consumir alimentos suaves y fáciles de digerir. Algunos alimentos ricos en flavonoides, como las manzanas, el apio y los arándanos, pueden tener propiedades antiinflamatorias y protectoras para el revestimiento del estómago. Además, comer porciones pequeñas y frecuentes puede ayudar a reducir la carga sobre el estómago y minimizar los síntomas. Tomar probióticos también puede ser útil para mantener un equilibrio saludable de las bacterias en el estómago y reducir la inflamación. Identificar los alimentos que causan malestar no es fácil, pero un plan alimentario adaptado a tu día a día puede reducir mucho los síntomas.
Hernia de hiato
La hernia de hiato puede causar reflujo ácido y otros problemas digestivos. Desde el punto de vista de la alimentación, es importante evitar ciertos alimentos que aumentan la producción de ácido estomacal y relajan el esfínter esofágico inferior. Es recomendable no consumir alimentos grasos, chocolate, menta, cafeína, alcohol ni comidas picantes. Comer porciones más pequeñas y evitar acostarse inmediatamente después de comer puede ayudar a prevenir el reflujo. Incluir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros, puede mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento, que puede aumentar la presión abdominal. Mantener un peso saludable también es aconsejable, ya que el sobrepeso puede empeorar la hernia de hiato al aumentar la presión sobre el estómago y el diafragma. Puede ser complicado seguir todas estas recomendaciones al mismo tiempo, por lo que llevar a cabo una dieta especial para esta patología y supervisada por un profesional es fundamental en estos casos.
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