Realizado por un fisioterapeuta experto que lleva a cabo un análisis exhaustivo para identificar la magnitud de las lesiones. Lo que permite diseñar un plan de tratamiento personalizado, orientado a las necesidades específicas de cada paciente.

Principalmente durante la fase aguda, donde en esta primera etapa, el objetivo principal es aliviar el dolor y reducir la inflamación mediante técnicas suaves y no invasivas, proporcionando alivio inmediato.

La atención se centra en recuperar la función de las zonas afectadas mediante técnicas como la terapia manual, masoterapia, estiramientos, electroestimulación, técnicas invasivas, recomendaciones para casa y ejercicios específicos, la fisioterapia ayuda a mitigar el dolor y la inflamación, lo que mejora significativamente la calidad de vida del paciente desde las primeras sesiones.

Ya que las lesiones derivadas de accidentes de tráfico pueden limitar el rango de movimiento. La fisioterapia utiliza ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular para recuperar la flexibilidad, la coordinación, la fuerza y la resistencia, junto con terapia manual y técnicas invasivas, facilitando el regreso a la rutina diaria.

Gracias a un tratamiento adecuado y temprano que puede prevenir problemas crónicos como rigidez en las articulaciones, debilidad muscular o dolor constante, garantizando una recuperación completa. Después de haber logrado la recuperación, es vital mantener los avances conseguidos. El fisioterapeuta puede recomendar ejercicios de mantenimiento y ofrecer consejos para evitar recaídas.

Donde la fisioterapia no solo se enfoca en el área lesionada, sino que considera el bienestar general de la persona. Esto incluye asesoramiento sobre posturas correctas, ejercicios específicos y hábitos ergonómicos para prevenir lesiones futuras.