Un diagnóstico y tratamiento rápidos son fundamentales en la atención de pacientes que sufren un ictus. Para ello, resulta muy importante conocer los síntomas más característicos de estos ataques cerebrales, ya que de la rápida asistencia al hospital más cercano puede depender la evolución positiva del paciente.

Los síntomas más característicos son los siguientes:

  • Pérdida de fuerza repentina en la cara, el brazo o la pierna de un lado del cuerpo.
  • Problemas en el habla o en la comprensión.
  • Pérdida repentina de visión.
  • Mareos y dificultad para caminar sin perder el equilibrio.
  • Repentino dolor de cabeza agudo
  • Hormigueo en un lado de la cara, brazo o pierna.

Ante la presencia de estos síntomas, recomendamos encarecidamente la asistencia inmediata al hospital más cercano, ya que podría tratarse de un accidente cerebrovascular. La rápida reacción en estos casos puede marcar la diferencia.