
Aunque ninguno estamos libre de sufrir un ictus, sí podemos tomar medidas para reducir el riesgo de padecerlo. La edad, la historia clínica familiar o incluso el sexo son factores que no podemos controlar. Sin embargo, una gran parte de los factores que aumentan el riesgo de sufrir un ictus, sí pueden cambiarse.
Fumar
Fumar no solo aumenta las probabilidades de sufrir un cáncer de pulmón, sino también la de sufrir un ictus. Los estudios han demostrado que el tabaco y más concretamente la nicotina y el monóxido de carbono dañan el sistema cardiovascular.
Los anticonceptivos orales
Varios estudios han demostrado que los anticonceptivos orales aumentan el riesgo de sufrir un ictus entre las mujeres, en un nivel bajo, debido a las mayores dosis de estrógenos. Sin embargo, este riego se multiplica hasta por 7 si combinamos los anticonceptivos con el tabaco o en personas hipertensas.
La Drogadicción
Existe una relación entre el consumo de drogas, fundamentalmente cocaína y anfetaminas, y el riesgo de sufrir un ictus. Este hecho es notable entre las personas jóvenes.
El Sobrepeso
La obesidad afecta en España al 22% de la población. Una cifra, que año a año, se incrementa. El sobrepeso ejerce una presión en todo nuestro organismo desde los músculos como el corazón a todo el sistema respiratorio y las arterias. Se cifra ya en 28.000 muertes al año como consecuencia del sobrepeso. Seguir una dieta sana y equilibrada, así como no comer más de lo que nuestro cuerpo consumo son sin duda una de nuestras principales recomendaciones.
La falta de ejercicio
No se requiere ser un deportista de élite, ni un loco del deporte. Basta con incorporar un poco de ejercicio físico a nuestro día a día. Estar en forma. El sedentarismo es una de las causas de sufrir un ictus. La falta de ejercicio afecta al corazón y los vasos sanguíneos. No practicar deporte puede terminar causando otras patologías que aumentan las posibilidades de sufrir un ictus, como la diabetes.